1. Limpie y vuelva a aplicar la pasta térmica
Independientemente de si optaste por una PC preensamblada o si ensamblaste tu propia configuración, con el tiempo, la pasta térmica entre el SoC y el disipador de calor puede secarse, lo que disminuye la eficiencia de transferencia de calor. Quizás te preguntes por qué esto es un problema.
La respuesta se encuentra en dos cuestiones clave: en primer lugar, la temperatura del procesador puede aumentar; en segundo lugar, este aumento repentino de temperatura puede provocar una limitación térmica, lo que reduciría el rendimiento. Por lo tanto, eliminar la pasta térmica vieja y aplicar una capa nueva puede aumentar significativamente la eficiencia de su PC.
Consideraciones importantes al volver a aplicar pasta térmica
- Por lo general, la pasta térmica debe reemplazarse cada 3 a 5 años; si no ha pasado tanto tiempo, no vuelva a aplicarla.
- Si no está seguro de hacerlo usted mismo, busque ayuda en un taller de reparación de buena reputación o consulte con el fabricante para conocer las opciones disponibles.
- Quite completamente la pasta térmica vieja antes de colocar la nueva. Utilice un paño suave y alcohol isopropílico en lugar de herramientas metálicas por seguridad.
- Recuerde que usar más pasta térmica no mejora el rendimiento. Una cantidad del tamaño de un guisante colocada en forma de cruz o X es suficiente.
2. Asegúrese de que haya un flujo de aire adecuado limpiando los ventiladores y la carcasa
Es fundamental mantener la PC limpia y libre de polvo para favorecer el flujo de aire, lo que ayuda a mantener bajas las temperaturas y alta la eficiencia térmica. Limpiar periódicamente los ventiladores de la caja y evitar la acumulación de polvo puede generar mejoras inmediatas en el rendimiento.
Pasos para optimizar el rendimiento de tu PC
- Compra una lata de aire comprimido para limpiar áreas difíciles de alcanzar dentro de tu PC.
- Evite utilizar un paño para limpiar el polvo de su computadora, ya que esto podría dañar componentes delicados.
- Siempre que sea posible, separe los ventiladores del chasis o caja del portátil para eliminar adecuadamente la acumulación de polvo, evitando que afecte la placa base y otros componentes.
- Desconecte su PC antes de comenzar el proceso de limpieza para garantizar la seguridad.
3. Actualice a un SSD si actualmente utiliza un HDD
Si su PC es antigua, es posible que aún utilice un disco duro tradicional, que es mucho menos eficiente en comparación con los estándares modernos, especialmente si su sistema operativo está instalado en él.
La transición a un SSD puede rejuvenecer el rendimiento de su PC y evitar que necesite una nueva máquina, lo que reduce el impacto ambiental de los desechos electrónicos.
Factores clave a tener en cuenta antes de comprar una nueva unidad
- Comprueba si tu ordenador tiene una ranura para una unidad M.2; si no, tendrás que optar por un SSD de 2,5 pulgadas.
- Elija un SSD con suficiente capacidad para almacenar su sistema operativo y otros archivos necesarios; es aconsejable una capacidad mínima de 512 GB.
- Muchas computadoras portátiles, particularmente los productos de Apple, pueden tener SSD soldados directamente a la placa base, lo que significa que no se pueden actualizar.
- Asegúrese de transferir su sistema operativo al nuevo SSD una vez que esté instalado correctamente.
4. Considere actualizar a un chipset superior dentro del mismo tipo de zócalo
Aunque la idea de comprar una computadora nueva puede ser tentadora, muchas veces tiene más sentido actualizarla a un chipset más potente que se adapte al socket de la placa base actual. Este enfoque minimiza los costos y reduce los desechos electrónicos.
Por ejemplo, puede actualizar de un Intel Core i5 12400F a un Core i7 12700K mientras usa el zócalo LGA1700 con chipsets de escritorio de la serie Intel 600.
Consejos esenciales para la actualización
- La actualización a un procesador más rápido generalmente implica una mayor potencia de diseño térmico (TDP), lo que significa que su fuente de alimentación (PSU) actual puede no ser adecuada. Evalúe las necesidades de energía y refrigeración antes de realizar la actualización.
- Investigue posibles cuellos de botella, ya que algunas actualizaciones de procesador podrían no producir mejoras sustanciales en el rendimiento, especialmente para tareas que dependen en gran medida de la GPU.
- Para aquellos que son nuevos en el proceso de actualización, desarmen su configuración con cuidado para evitar dañar los componentes mientras manipulan el SoC.
5. Reinstale Windows para empezar de cero
Con el tiempo, se pueden acumular archivos y aplicaciones innecesarios, lo que ralentiza considerablemente el sistema; incluso tareas sencillas como copiar y pegar archivos o jugar pueden resultar frustrantes. A veces, realizar un restablecimiento rápido de Windows puede aliviar estos problemas.
Consideraciones clave antes de reiniciar su PC
- Siempre haga una copia de seguridad de sus datos para proteger los archivos importantes antes de iniciar un restablecimiento.
- Prepare con antelación una unidad flash USB de arranque de Windows.
- Para instalar una versión de 64 bits de Windows, asegúrese de que su procesador y su placa base admitan la arquitectura de 64 bits (x64).
- Verifique que posee una licencia de Windows válida y activada para evitar complicaciones durante y después del proceso de restablecimiento.
- Después de reinstalar Windows, no olvide instalar los controladores necesarios y el software esencial.
Créditos de la imagen: Guidingtech.com
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