¿Sufres de problemas con los FPS y los retrasos frecuentes mientras juegas en Windows 11? ¡No estás solo! En esta guía, te explicaremos dos ajustes esenciales que pueden mejorar significativamente tu experiencia de juego al aumentar los FPS y minimizar los retrasos. Si sigues estos pasos, desbloquearás todo el potencial de tu hardware, lo que garantizará una experiencia de juego más fluida y un tiempo más agradable.

Paso 1: Ajuste la configuración de gráficos para obtener un rendimiento óptimo

Empieza por optimizar la configuración de gráficos específicamente para tus juegos. Sigue estos pasos:

  1. Abra la Configuración de Windows presionando la Windowstecla y luego seleccionando Configuración.
  2. En la ventana Configuración, navegue hasta Juegos y haga clic en Configuración de gráficos.
  3. Aquí puedes administrar qué opciones gráficas habilitar o deshabilitar, incluida la programación de GPU acelerada por hardware y la preferencia de gráficos para aplicaciones específicas.
  4. Seleccione el juego que desea optimizar de la lista o agréguelo manualmente haciendo clic en Explorar para encontrar el archivo.exe del juego.
  5. Después de agregar el juego, haz clic en él y elige Opciones para establecer la prioridad en Alto rendimiento.

Esto garantiza que su tarjeta gráfica maximice su potencial para ese juego específico, lo que resulta en FPS más altos.

Paso 2: Optimice las opciones de energía para juegos

El siguiente paso es configurar las Opciones de energía para garantizar que el equipo utilice sus recursos de manera eficaz. Siga estas instrucciones:

  1. Abra el Panel de control buscándolo en el menú Inicio.
  2. Seleccione Hardware y sonido, luego haga clic en Opciones de energía.
  3. Es posible que veas varios planes de energía; elige Alto rendimiento. Si no ves esta opción, haz clic en Mostrar planes adicionales para mostrarla.
  4. Haz clic derecho en el plan actual y selecciona Cambiar configuración del plan para ajustar configuraciones específicas, como apagar la pantalla y los tiempos de suspensión para adaptarlos a tus hábitos de juego.
  5. Opcionalmente, puede hacer clic en Cambiar configuración de energía avanzada para personalizar aún más opciones como la administración de energía del procesador para garantizar el mejor rendimiento.

Este paso maximiza los recursos del sistema, proporcionando un mejor rendimiento durante las sesiones de juego.

Consejos adicionales y problemas comunes

Para mejorar aún más tu rendimiento en los juegos, ten en cuenta estos consejos:

  • Actualice periódicamente sus controladores gráficos visitando el sitio web del fabricante.
  • Controle las temperaturas de su sistema para evitar el sobrecalentamiento, que puede afectar el rendimiento.
  • Ajuste la configuración del juego para equilibrar el rendimiento y las imágenes, priorizando los FPS sobre la calidad de los gráficos si es necesario.

Los problemas comunes incluyen configuraciones revertidas después de las actualizaciones; asegúrese de verificar frecuentemente sus configuraciones después de la actualización.

Conclusión

Si completa estos ajustes en Configuración de gráficos y Opciones de energía, podrá mejorar significativamente el rendimiento de sus juegos en Windows 11. Revisar periódicamente estos ajustes le ayudará a mantener una experiencia de juego óptima. Para obtener más consejos y ajustes para juegos, asegúrese de explorar nuestras otras guías.

Preguntas frecuentes

¿Cuántos FPS puedo esperar obtener con estos cambios?

El aumento de FPS puede variar según el hardware y la configuración; sin embargo, los usuarios generalmente informan ganancias de 10 a 30 FPS después de optimizar los gráficos y la configuración de energía.

¿Estos cambios afectarán mi uso regular de la computadora?

Sí, cambiar al modo de alto rendimiento puede provocar que la batería se agote más rápido en las computadoras portátiles cuando no se juega. Considere volver a un plan equilibrado cuando no se juegue.

Cambié la configuración, pero aún tengo problemas de latencia.¿Qué debo hacer?

Asegúrese de que todos los controladores estén actualizados y compruebe si hay aplicaciones en segundo plano que puedan afectar al rendimiento. Además, considere la posibilidad de realizar actualizaciones del sistema en el caso de hardware más antiguo.

2025